La verdad, no tengo mucho que decir sobre Javier Milei y creo que, fuera de la Argentina, no hay mucha gente que tenga algo que decir sobre él, salvo que será el próximo presidente de esa nación, que tiene un breve recorrido en lo que a política electoral se refiere y que se comunica con sus gatos muertos mediante poderes no del todo conocidos. De lo demás, poco.
Aparté mi interés de la campaña presidencial argentina cuando Milei salió en los medios empuñando una motosierra y vociferando amenazas a sus contrincantes, lo cual me hizo recordar la época de los descuartizamientos con motosierra de los paramilitares colombianos durante el gobierno de Álvaro Uribe Vélez entre 2002 y 2010.
Hasta antes de la primera vuelta, nunca me pasó por la cabeza que pudiera convertirse en presidente de la Argentina. La Gran Argentina, la que en los albores del siglo XX fue considerado el país más rico de la tierra, “La París de Sudamérica» y el granero del mundo. Hoy el 40% de sus habitantes son pobres y el 10% indigentes.
Cuando confirmaron la noticia de su elección, pensé en las razones que habían llevado al pueblo argentino a tomar esta decisión y comparé la figura de Milei contra la de su oponente Sergio Massa y creo que allí encontré la razón de su éxito.
Los argentinos votaron, no propiamente a favor de Milei, sino en contra de un sistema económico que los ha pauperizado hasta extremos inusitados; votaron contra el descaro sistemático de una clase política que, a costa de la ruina del pueblo, ha mantenido, como Madre Nutricia a lo peor de esa sociedad que son, sin duda alguna, los políticos corruptos que florecen silvestres sobre sus planicies; o contra el capitalista buitre, que salta sobre los restos de un pueblo hambriento y los devora sin remordimiento; o, en fin, contra el Kirchnerismo puro, ese combo de oportunistas envilecidos por la codicia que tomaron las banderas del “Peronismo” para montar una farsa electoral que les ha redituado en el poder por casi 20 años.
Creo firmemente que allí radica el triunfo de Milei. Como creo también que los argentinos no saben, como nadie en el mundo ―la verdad sea dicha―, qué clase de sistema económico es el que se les avecina, ya que es la primera vez en la historia de la humanidad que un régimen de ésta naturaleza se adopta.
Ya el hombre de la motosierra ha anunciado cuáles serán sus primeras medidas: romperá relaciones diplomáticas, políticas y económicas con Rusia, China y Brasil, tres de sus más grandes aliados económicos; eliminará el Banco Central y dolarizará la economía. Romperá, igualmente, relaciones diplomáticas con Mexico y Colombia, sobre la
que ha dicho que “está gobernada por un sucio exguerrillero comunista”. Sobre su compatriota, el Papa Francisco I tampoco ha ahorrado adjetivos, los cuales es mejor no repetirlos. Hasta donde he leído, todas sus declaraciones han sido recibidas con júbilo por todos sus seguidores.
No estoy seguro si antes de depositar el voto por Milei los argentinos buscaron en alguna parte cómo está descrito el sistema que su candidato pregona. Yo encontré lo siguiente: Anarcocapitalismo, (conocido también como anarquismo de libre mercado, anarquismo libertario, anarquismo de propiedad privada o anarcoliberalismo, es una filosofía política que promueve la anarquía — entendida como una sociedad sin Estado —, la protección de la soberanía del individuo y el libre mercado. En una sociedad anarcocapitalista, la policía, los tribunales y los demás servicios de seguridad se prestarían por parte de competidores de financiación privada, en lugar de a través de los impuestos y el dinero será proporcionado privada y competitivamente en un mercado abierto por agentes económicos privados. Por lo tanto, las actividades personales y económicas, en el anarcocapitalismo, serían reguladas por una ley de gestión privada, en lugar de a través de la ley de gestión política.(Fuente, Anarchy and the Law: The Political Economy of Choice, by Edward Stringham. Transaction Publishers, 2007 a través de Wikipedia).
Los argentinos, tan primeros en todo, tendrán ahora la oportunidad de legarle a la historia de la humanidad el primer régimen de esta naturaleza. Lo harán en el año en que, paradójicamente, se conmemoran los 40 desde el retorno de la democracia a la Argentina, luego de los oscuros años de la dictadura de Videla y su tropa. ¡Vaya curiosidad!
Coletilla: La Argentina está entre los primeros países del mundo… por orden alfabético
Gabriel Taborda eminen51@yahoo.com