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Washington, 19 may (Prensa Latina) La Corte Suprema de Estados Unidos dio hoy una victoria al Gobierno del presidente Donald Trump al permitirle poner fin al Estatus de Protección Temporal (TPS) que protege de la deportación a más de 300 mil venezolanos.
La administración de Joe Biden concedió por primera vez el TPS a ciudadanos de esa nación centroamericana en marzo de 2021 y luego lo amplió en 2023.
Poco ante de concluir su mandato, Biden renovó esas protecciones por 18 meses más y el fallo de este lunes se aplica a la designación de hace dos años.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, decidió eliminar el TPS para esos migrantes, quienes perderán la protección la próxima semana, pero otros 250 mil venezolanos que entraron a Estados Unidos antes de 2023 perderán su estatus en septiembre.
Un asunto principal en el proceso era si Noem tenía autoridad para eliminar el TPS antes de que expirara.
El veredicto del Supremo responde a siete ciudadanos venezolanos amparados por el Estatus y un grupo que representa a otros que impugnaron la medida.
Los demandantes alegaron que la brusca revocación de las protecciones por parte de Noem violaba la Ley de Procedimiento Administrativo y dijeron también que su decisión fue motivada por prejuicios raciales y políticos.
A finales de marzo un tribunal de distrito de California bloqueó temporalmente la orden de la secretaria de Seguridad Nacional, impidiendo el levantamiento de las protecciones.
En 1990, el Congreso creó el programa del TPS para que… Sigue leyendo
Cuando el Cardenal Dominique Mamberti, Protodiacono del Estado Vaticano, pronunció por los altavoces de la Plaza de San Pedro las centenarias palabras en latín con las que encabezo este artículo, comencé a cavilar sobre quién había sido electo como nuevo pontífice de la Iglesia Católica. Obviamente, el nombre del cardenal Robert Francis Prevost (Chicago USA, 14 de septiembre de 1955), quien de ahora en adelante se conocerá como el Papa León XIV, jamás pasó por mi cabeza.
No soy católico ni profeso ninguna fe religiosa, aunque tengo por costumbre visitar con respeto las iglesias que encuentro en mi camino. Católicos, ortodoxos, musulmanes, judíos o cristianos, ninguno de ellos me es indiferente y respeto sinceramente sus ritos y costumbres, sin abrazar ninguno de ellos.
Hecha la aclaración, debo decir que la elección de Robert Prevost como nuevo pontífice me alegró, sinceramente. Leyendo su trayectoria encuentro a un hombre serio y prudente, comprometido con su misión evangélica, austero y puesto en su lugar desde el momento en que tomo los hábitos en 1982, cosa que es bastante escasa por estos tiempos.
Tras la muerte de Francisco el 21 de abril pasado, Roma se vio de repente inundada por cardenales de todo el mundo que, sigilosa y disimuladamente, hacían lobby a los poderosos del interior del Vaticano, es decir, a los encargados de dirigir su ampulosa burocracia, para buscar un ligero “acercamiento táctico” y, cómo no, opiniones sobre sus posibilidades en la futura elección. Recordemos que Roma, desde sus orígenes como cuna de… Sigue leyendo















