EE UU
La vicepresidenta Kamala Harris es ahora la favorita para la nominación presidencial demócrata de 2024 después de que el presidente Joe Biden abandonara la carrera el domingo. Harris es la primera mujer en ocupar el segundo cargo más alto del país, y también la primera estadounidense con herencia negra y del sur de Asia en hacerlo.
El profesor de derecho de la Universidad de Nuevo México, Josh Kastenberg, dice que espera que Harris enfrente un aluvión de comentarios racistas y sexistas, tanto sutiles como directos.
«Si piensas en 2016 y en la cantidad de contenido misógino dirigido contra Hillary Clinton, verás que ahora lo es aún más en lo que respecta a Harris (antifeminismo, misoginia, racismo) e incluso incluiría el antisemitismo,» explicó Kastenberg.
Enfatiza que los comentarios antisemitas podrían ser parte de la retórica porque el esposo de Harris, Doug Emhoff, es judío. El candidato presidencial republicano Donald Trump, que lidera las encuestas, ha dicho que cree que Harris será más fácil de derrotar que el presidente Biden.
Algunos políticos demócratas comenzaron a pedir que Biden se hiciera a un lado después de su pobre desempeño contra Trump en el debate televisado del mes pasado. Kastenberg cree que fueron necesarios demócratas de renombre incluso para expresar dudas sobre la salud y la aptitud mental de Biden antes de que el presidente tomara su decisión.
«Cuando intervino la ex presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, pensé: ‘Se acabó el trabajo.’ Porque son personas con las que ha trabajado, en… Sigue leyendo
El disparo que hirió a Trump, mató a Biden. Así de sencillo. Después de sostener durante semanas que no renunciaría a su candidatura presidencial ―no obstante su desastrosa presentación en el debate de Atlanta, donde se enfrentó a Donald Trump―, la bala que el 17 de julio hirió a su contrincante, resultó matándolo a él.
Fueron necesarios 24 agónicos días, desde su desastre en el debate presidencial y una bala disparada en contra de su adversario político, para que finalmente se rindiera a la evidencia. El domingo 21 de julio, ―en horas del mediodía―, publicó un mensaje sorpresa en la red social X en el que anuncia que, a sus 81 años, renuncia en su empeño de presentarse a la reelección presidencial en el mes de noviembre. Con esa decisión deja a su partido (Demócrata) sin un candidato claro a escasos 4 meses de la elección, mientras los republicanos abrazan enardecidos a su candidato, erigiéndolo como una figura mesiánica.
El texto de tan importante mensaje es lo más de impersonal ― inocente y ambiguo―, como si se tratara de una excusa para no asistir a una reunión de amigos de póker. “Mi intención era la de buscar la reelección, pero creo que lo mejor para mi partido y para el país es que me retire y me concentre únicamente en cumplir con mis deberes en el cargo durante el resto de mi mandato “.
Así escribe su renuncia ―con una liviandad candorosa ―, olvidando que ésta… Sigue leyendo