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Mientras escribo esta columna se está realizando el juicio político que la oposición ecuatoriana ha montado contra el presidente Guillermo Lasso por el presunto delito de peculado. Tanto las pruebas como el supuesto delito son bastante contradictorias, lo que no lo pone a salvo de una posible destitución. El sistema político ecuatoriano es “antropófago” y algunas veces termina devorando a lo mejor de sus hombres.
Para destituirlo bastaría con que 92 de los 125 congresistas votaran a favor, lo que en la práctica no es muy difícil y convertirían a Lasso en el cuarto presidente ecuatoriano destituido en los 23 años que tiene este travieso siglo XXI. Los anteriores “agraciados” fueron Jamil Mahuad, Lucio Gutiérrez y Abdalá Bucaram, este último un payaso bailarín que después de su destitución fue a gastarse la fortuna, sustraída al presupuesto nacional, en el paraíso fiscal de Panamá, puerto adónde van a recalar la mayoría de los fondos robados a las enclenques democracias latinoamericanas…, claro, cuando Miami nos da su beneplácito.
Lasso no es culpable de los cargos que le imputan, eso me anticipo a señalarlo, sin tener ningún tipo de afinidad política o personal con él. Sin haber leído la constitución política ecuatoriana pero sí la totalidad del escrito de acusación se ve que su juicio obedece más a causas que tienen que ver con los intereses de ciertas elites económicas ecuatorianas contrarias a su gestión, elites a la cual él mismo pertenece como banquero reconocido y principal accionista de uno de los más… Sigue leyendo
El presidente de México exige a Dina Boluarte que devuelva el poder al exmandatario Pedro Castillo, una declaración que volvería a encender la pelea verbal.
“Le recordaría que le deje la presidencia al que ganó en una elección libre y democrática, a Pedro Castillo, que le deje la presidencia porque ella está usurpando ese cargo y que saquen de la cárcel a Pedro Castillo”, dijo el lunes el mandatario durante su rueda de prensa rutinaria.
Andrés Manuel López Obrador (AMLO) respondió así a las declaraciones que hizo hace unas semanas su par peruana, Dina Boluarte, quien acusó al presidente mexicano, así como el colombiano Gustavo Petro, de entrometerse en los asuntos políticos de Perú y apoyar al destituido Castillo.
Criticó la gestión de la presidenta peruana que llegó al poder tras deponer al gobierno democráticamente electo de Castillo. AMLO afeó que Boluarte es una impopular en Perú, así que cuenta tan solo con “25 % de aceptación” en su país.
Es más, volvió a asegurar que su país no le entregará al Perú de Boluarte la presidencia de Alianza del Pacífico, ya que la presidenta transitoria no es legalmente reconocida como mandataria del país austral.
Después de que Castillo fuera destituido en diciembre de 2022, el presidente mexicano ha apoyado en diferentes ocasiones al presidente izquierdista que, según AMLO, cayó como resultado de un golpe y proceso no constitucional. La tensión se agravó cuando México asiló en su territorio a la esposa e hijos del exmandatario Castillo.
Fuente: AMLO pide a “usurpadora” Boluarte que entregue timón de Perú a Castillo | HISPANTV