Politica
Springfield, Ohio es uno de los cientos de pueblos que veo a lo largo de los Estados Unidos que están siendo revitalizados por la llegada de nuevos residentes. Desde Iowa hasta Minnesota y Maine, veo como los inmigrantes se mudan a lugares en donde las fábricas han cerrado y muchos se han visto obligados a mudarse. Con mis propios ojos, he visto cómo los inmigrantes, con su presencia, dan nueva vida en estas comunidades al abrir negocios, asistir a iglesias y reconstruir casas y vecindarios.
Esta historia, que es mía y que muchos de nosotros hemos vivido, es la historia de los Estados Unidos. Somos un país en donde generaciones de inmigrantes han llegado de todo el mundo para buscar y construir una vida mejor para sí mismos y para sus familias. Cuando llegamos, formamos fraternidad con nuestros vecinos y creamos comunidades diversas y fuertes. La resiliencia, esperanza y alegría que sentimos nos renuevan nuestra fe y esperanza en lo que puede ser posible cuando compartimos el “sueño americano” solidario. La historia que sale de las bocas de Trump y J.D. Vance acerca de quiénes somos como inmigrantes es otra. Siembran odio, miedo y fomentan estereotipos que solo son mentiras. Estas mentiras buscan apagar nuestro espíritu y quienes somos. Buscan dividirnos y hacernos dudar tanto de nosotros mismos como de las personas que son diferentes a nosotros.
En Springfield, Trump y Vance inventaron una mentira de que los recién llegados, muchos de los cuales son haitianos huyendo la violencia, comen… Sigue leyendo
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Por Sulma Arias, directora ejecutiva de People’s Action y del People’s Action Institute, una
red de organizaciones comunitarias en 38 estados con más de un millón de miembros.
El otro día cuando salí de compras con una amiga, nos quejábamos de las subidas de
precios en los supermercados. Le pregunté si sabía cuánto ganan los ejecutivos de
esas mismas tiendas.
¿Sabes tú- le pregunté- que el ejecutivo de Kroger, Rodney McMullen, gana más de
19 millones de dólares al año? Y que Walmart paga más de $25 millones al año a su
jefe, Doug McMillon? ¿O que Jeff Bezos, el dueño de Whole Foods, gana $8 millones
cada hora?
Se quedó con la boca abierta. ¿Cómo es posible, me preguntó, que mientras nosotras
pagamos más, estos señores viven como reyes?
En los Estados Unidos, le dije, las grandes empresas y los ultras ricos pagan mucho
menos que nosotros en impuestos. En muchos casos, no pagan ni un centavo. Y para
echarle sal a la herida, ciertas empresas reciben miles de millones de dólares en
subsidios del gobierno.
Es decir que al mismo tiempo que nosotros pagamos nuestra parte cada mes en
impuestos, estos señores no sólo eviten contribuir al bien público, sino que nosotros
pagamos para su confort con nuestro trabajo.
Walmart, por ejemplo, recibió más de $4 mil millones en subsidios en los últimos 7
años. Los dos bancos más grandes del país, Bank of America y J.P. Morgan Chase,… Sigue leyendo