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El pueblo estadounidense está pasando por tiempos difíciles que muchos esperan que sean sólo una pesadilla pasajera, aunque no conozco a nadie que crea que la mayoría de los estadounidenses saldrán ilesos de esta experiencia. No muchos creen que podamos sobrevivir a lo que parece ser una “locura”. Algunos analistas políticos lo llaman una crisis constitucional, otros, como el ganador del premio Pulitzer Chris Hedges, lo llaman un estado mafioso. Hedges comparte su opinión en un artículo titulado apropiadamente “El estado mafioso”, donde considera que Estados Unidos es una cleptocracia en toda regla. Hedges dice: “La demolición de la estructura social y política, que comenzó mucho antes de Trump, hace que unos pocos sean muy, muy ricos y empobrece a todos los demás. El capitalismo mafioso siempre conduce a un estado mafioso. Los dos partidos gobernantes nos dieron lo primero. Ahora tenemos lo segundo. No es sólo nuestra riqueza lo que nos están arrebatando, sino nuestra libertad”.
Por otro lado, el experto legal y ex funcionario del Departamento de Justicia, Harry Litman, en un artículo en la revista digital Reader Supported News señala que si la administración Trump cumple con sus insinuaciones de ignorar los mandatos de los tribunales, entonces ya estaremos en terreno de Crisis Constitucional y en el epicentro de ese territorio. Litman dice: “De hecho, si bien es una historia más larga, Trump y sus acólitos, incluido en particular Elon Musk, están coqueteando con el desacato de las órdenes judiciales de un presidente por primera vez en la historia del país”.
He afirmado en artículos anteriores que creo que Kamala Harris perdió las elecciones cuando repitió varias veces, especialmente cuando lo hizo en el popular programa de televisión The View, que no cambiaría nada de lo que estaba haciendo Biden. Su falta de contacto con lo que estaba atravesando el pueblo estadounidense y su incapacidad para comprender la indignación que muchos estadounidenses han estado sintiendo por el hecho de que Biden haya permitido el genocidio que está ocurriendo en Gaza, incluido su total desprecio por la vida humana.
Presupuesto, el tribunal de distrito ya ha reprendido a la administración por no cumplir con su mandato “claro e inequívoco”. En otros casos, la orden ejecutiva que pone fin a la ciudadanía por derecho de nacimiento, congelada. El traslado de prisioneras transgénero a prisiones solo para hombres, congelado. La compra de trabajadores federales, congelada. La destrucción de USAID, congelada. Y el acceso de DOGE al sistema de pagos del Tesoro, congelado”.
Pero no podemos confiar solo en los tribunales. En primer lugar, la mayor parte de su composición es filosóficamente aceptable para la administración Trump. En segundo lugar, la experiencia no ha descartado aún la definición de Hedges sobre dónde nos encontramos como nación. Para ir a lo seguro, tenemos que confiar en nuestras propias habilidades. El presidente venezolano, Nicolás Maduro, dijo recientemente: “Hay que aplastar al fascismo con la fuerza que nos proporciona nuestro propio amor por la humanidad, por la democracia, por la verdad”. Muchas personas del movimiento progresista creen que podemos ganarnos a muchos del otro lado si tomamos en serio sus preocupaciones. Ahí es donde entra en juego el amor por la humanidad hacia nuestros hermanos de clase. Tenemos que estar a la vanguardia de decir la verdad y no tener miedo de decirla. Durante la audiencia de confirmación de Tulsi Gabbard, el senador Mark Kelly insinuó que la coronel Gabbard estaba utilizando “temas de conversación rusos”, y todo se redujo a que la coronel Gabbard fue regañada por decir la verdad sobre lo que estaba sucediendo en Siria. Piénsenlo, ¡decir la verdad es un tema de conversación ruso!
No hay excusa para no encontrar tu lugar en el equipo que lucha por el cambio sistémico que necesitamos en este país. Como dijo Chris Hedges al principio de este artículo, “La demolición de nuestra estructura política comenzó antes de que Trump hiciera su aparición en el escenario político”. Necesitamos cambiar el sistema para hacerlo más democrático y receptivo a las necesidades del pueblo estadounidense.
Para concluir, organízate si aún no lo estás haciendo. Asiste a todos los mítines que puedas. Y participar en el Día de Apagón Económico del viernes 28 de febrero de 2025, un simple acto de no hacer compras en esa fecha en particular y, si es necesario, hacerlo en un pequeño comercio local. Para quienes están en la cima de la pirámide económica, su resultado final es ganar dinero. Si solo el 10% del pueblo estadounidense participa en esta acción, será un gran éxito. Podemos cambiar el curso de lo que está sucediendo en la nación si actuamos colectivamente para hacerlo.
Lorenzo Canizares
l.canizares@aol.com
