San Juan, 8 jun (Prensa Latina) Puerto Rico está sumido en la incertidumbre ante la crisis que mantiene hoy sin servicio eléctrico a unos 60 mil abonados, situación que en muchos casos implica la privación de agua potable y alimentos.
La situación actual responde a otra avería en la Central Aguirre (sur), que mantiene sin energía a varios municipios de la región, al tiempo que la inestabilidad se refleja en otros pueblos, incluso el área metropolitana de San Juan, donde la fluctuación de voltaje ha dañado enseres eléctricos.
A pesar de que el portavoz de Genera PR, Iván Báez, dijo a la prensa que el problema había sido superado, la situación seguía inestable a causa de otros problemas ocasionados por LUMA Energy, principal privatizadora de la estatal Autoridad de Energía Eléctrica (AEE).
El presidente del consorcio LUMA, Juan Saca, atribuyó el 58 por ciento de las interrupciones eléctricas de estos últimos días a los árboles y ramas, que en medio del tiempo de lluvia y viento, tocaron las líneas eléctricas.
El ejecutivo empresarial afirmó que el presupuesto operativo de 50 millones de dólares anuales que tiene LUMA Energy no es suficiente para manejar el problema.
“La vegetación es un problema grande”, expuso, al tiempo que reconoció que el consorcio canadiense-estadounidense, además del operacional, tiene otro presupuesto proveniente de fondos federales.
Para desconcierto general, Saca expuso en un programa de televisión que “resolver el problema por completo va a tomar cuatro semanas, porque hay que desmantelar un transformador, hay que sacarle el aceite y todo eso hay que hacerlo con mucho cuidado”.