Washington, 20 may (Prensa Latina) La madre de una niña de ocho años fallecida bajo la custodia de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos aseguró que los agentes no hicieron nada para ayudar a su hija, según divulgó The Hill.
A mi hija la mataron, porque estuvo casi día y medio sin poder respirar bien. Ella lloró y rogó por su vida y la ignoraron. No hicieron nada por ella, narró Mabel Álvarez en declaraciones reproducidas por el diario.
Añadió que su pequeña, Anadith Tanay Reyes Álvarez, tenía antecedentes de problemas cardíacos y anemia falciforme, y había sido diagnosticada con influenza unos días después de que la familia cruzara la frontera en Brownsville, Texas.
También agregó cómo en el momento en el que su hija comenzó a experimentar dificultades para respirar, pidió una ambulancia repetidamente, pero se la negaron.
Finalmente se llamó a una ambulancia cuando la niña quedó inerte e inconsciente y le salía sangre de la boca. Fue transportada a un hospital local, donde murió más tarde, recordó.
El deceso de la menor se divulgó el jueves pasado, apenas unos días después de que un migrante no acompañado de Honduras de 17 años muriera en una instalación administrada por la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud y Servicios Humanos en Florida.
El gobierno hondureño informó que su nombre era Ángel Eduardo Maradiaga Espinoza y pidió una investigación penal si se encuentra algún delito.
Después de que se informó el deceso del adolescente, la cadena CBS News supo de otro niño de cuatro años también procedente de Honduras que en marzo falleció bajo el cuidado del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados Unidos, tras ser hospitalizado por un paro cardíaco en Michigan.
Las muertes de los menores se producen cuando el país implementa nuevas y estrictas políticas de asilo y deportación destinadas a disuadir la migración ilegal luego de la expiración del Título 42, una restricción relacionada con la pandemia de Covid-19 que finalizó hace 10 días.