No es exagerado decir que hasta hace muy poco tiempo, el nombre de Claudia Sheinbaum Pardo era completamente desconocido para el grueso de la población hispano parlante de los EEUU.
Salvo algunos hermanos mexicanos que preservan su interés por la política del país que dejaron atrás, después de cruzar la valla del Río Grande, muy pocos tenían cabal conocimiento de la existencia de esta avezada política mexicana ni de la importancia histórica de su elección presidencial, la primera de su género en América del Norte.
Y, es que, en realidad, la doctora Sheinbaum no es una paracaidista en la política de su país. Nació un 24 de junio de 1962 en la Ciudad de México, en el seno de una familia judía de origen lituano y búlgaro. Su padre y su madre, además de académicos e intelectuales comprometidos con los movimientos políticos más progresistas de la nación, contribuyeron también como pioneros en el desarrollo de empresas industriales y científicas.
Estudió en la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), donde obtuvo, en 1989, la licenciatura en física con su tesis «Estudio termodinámico de una estufa doméstica de leña para uso rural». Posteriormente, en 1994, obtuvo el grado de Maestría en Ingeniería Energética con la tesis «Economía del uso eficiente de la energía eléctrica en la iluminación».
En 1995 fue la primera mujer en ingresar al doctorado «Ingeniería en Energía» de la Facultad de Ingeniería de la UNAM y obtener un grado de doctora con su tesis «Tendencias y perspectivas de la Energía Residencial en México». En ese mismo año viajó a California durante 4 años para realizar su trabajo de investigación para su doctorado en el Lawrence Berkeley Laboratory, becada por la UNAM.
En 1995 se incorporó al cuerpo académico del Instituto de Ingeniería de la misma universidad, centrando su trabajo en la investigación para documentar la vinculación entre energía y el cambio climático sin descuidar su activismo político que la llevó a ser co-fundadora del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), el partido político que impulsó a la presidencia a su antecesor Andrés Manuel López Obrador y ahora, a ella misma.
Su andadura política ha sido larga y fructífera, toda vez que en julio de 2018, marcando un hito previo a su actual elección presidencial, se convirtió en la primera mujer elegida como Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, tras ganar la elección con el 47.08 % de los votos emitidos. Como podemos ver, estamos ante una persona a la que “el país que va a gobernar le cabe en la cabeza”.
Este “país que le cabe en la cabeza” tiene, por cierto, una elevadísima tasa de homicidios de los cuales muchos son feminicidios (2 al día, en lo que va del 2024). Tiene también una tirante relación con su vecino del norte, enturbiada por el tema migratorio que ninguno de los dos países ha logrado resolver satisfactoriamente y como si lo anterior no fuera ya suficiente, los dilemas derivados con el tema del petróleo del que Mexico es su excepcional dueño, no dejan de tensar las relaciones con su poderoso vecino, a quien AMLO ha sabido “torear”.
El país que entrega a Claudia Sheinbaum es, sin duda alguna y contrario a lo que la oposición aullante predecía, mucho mejor. Enumerar sus logros daría para varias cuartillas como la presente y no soy vocero de ese gobierno para hacerlo, aunque en buena ley, hay que reconocerlo. Bajo el lema «primero los pobres», durante su gobierno, 8,9 millones de personas salieron de la pobreza y el 79% de los hogares más pobres recibieron ayudas, una política que, aunque retrógrada, contiene altas dosis de realidad económica.
La señora Sheinbaum deberá enfrentarse al rigor de los temas que su antecesor dejó pendientes, uno de los más espinosos en cuanto a política interna, será la desaparición de los 43 estudiantes de Ayotzinapa, promesa con la que AMLO llegó al poder y se despide sin cumplirla, algo que el pueblo que lo eligió no va a olvidar.
Como muestra, hace poco un numeroso grupo de manifestantes, inconformes por su incumplimiento, derribaron la puerta del Palacio Presidencial, mismo por donde la señora Sheinbaum deberá ingresar a cumplir 6 años de gobierno. Es probable que regresen…
Coletilla: Bajo el capitalismo, el hombre explota al hombre, bajo el comunismo, es a la inversa.