Los que han tenido el privilegio de vivir durante este primer cuarto de siglo en Brasil tendrán la posibilidad de narrar a sus nietos una historia que, dadas sus características, tiene muchas similitudes a las que se leen en los libros de fábulas, con moraleja incluida.
La historia comenzaría con los sueños de un humilde mecánico industrial, obrero de una planta metalúrgica, sin ningún título universitario y con una infancia durísima, que quiere llegar a la presidencia de la república de su país.
Es la historia de Luis Inácio Lula da Silva y, en su caso, ese sueño se convirtió en realidad, no una, sino tres veces. Durante su largo recorrido tuvo que encarar grandes desafíos, desde 580 días de prisión por cargos que le imputó un juez venial, hasta quebrantos de salud que lo tuvieron en un par de ocasiones al borde de la muerte.
El contendor de este moderno David bíblico sería el temible gigante filisteo Goliat, personificado en la figura de Jair Messias Bolsonaro (sí, no es un error, su segundo nombre es Messias, tal como está escrito), ex militar egresado de la Academia Las Águilas Negras de la ciudad de Resende, Estado de Río de Janeiro.
La historia de «David contra Goliat» ha adquirido un significado extendido, denotando la competencia entre un oponente pequeño débil y pequeño que se enfrenta a un adversario mucho más grande y fuerte. Esta parece ser la base de nuestra fábula.
El 12 de julio de 2017 Lula fue condenado por… Sigue leyendo