No slideshow images found.
telling us Fake Rolex Watches this is a Swiss-made watch from a full manufacture known as Buren.cartier watches replica But this does not match the original Buren company look.https://www.omegareplica.co We already showed you the small second version with an off-white dial,Super Clone Rolex Replica Watches a sub-dial. It is composed of two elements:richard mille watches replica a red triangle just below the Rolex logo,paneraireplica the finish of the movement is brought up to Breguet standards,hublot big bang replica this internal quality certification is a 7-day process consisting of a broad set of inspections and tests.Replica rolex watches The chronometric criteria are more stringent than COSC (-2 to +6 seconds a day for UN versus -4 to +6 seconds a day for COSC).swiss replica iwc The movement finish is nice and clean.https://www.watchesreplica.is/ The bridges are decorated with circular Geneva stripes.
Imprima esta historia Imprima esta historia

Nada tan precario como el poder presidencial en Perú. Aunque, viéndolo bien, sí hay algo más precario en este país y es la lealtad política.

La actual presidenta del Perú, Dina Boluarte, quien fuera fórmula presidencial de Pedro Castillo, preso desde diciembre de 2022, se tambalea en el poder, presagiando un fin parecido al del destituido expresidente. Castillo permanece en prisión, víctima de una conjura racista por parte del Congreso y las élites económicas de ese país que, después de obstaculizar su gestión presidencial con bloqueos parlamentarios a todas sus iniciativas, consiguieron que diera un fatal paso en falso, al tratar de cerrar el Congreso, lo que le valió su destitución y encarcelamiento.

Ahora su sucesora y cómplice de esa oposición recalcitrante con la que consiguió llegar al poder, es acusada por sus propios protectores de actos que muy seguramente la llevarán a enfrentar un juicio ante el Congreso. Como diría Francisco “Pancho” Villa, celebre revolucionario mexicano, “ya ni en la palabra de los bandidos se puede creer”.

Nombrada, ascendida y mantenida en el poder por una horda de congresistas venales que sólo responden a los intereses de las elites económicas y políticas de ese país, Dina Boluarte ha caído en desgracia por algo tan banal e insignificante como es su debilidad por el lujo innecesario y ramplón, muestra innegable de su inesperado ascenso político y social, posibilitado por su deslealtad y facilitado por otros de su misma calaña.

Si antes, como vicepresidenta del hoy encarcelado Pedro Castillo se hacía notar en sus apariciones públicas con sus extravagantes vestidos sastre manufacturados por toscas manos de aprendices de modistos de barrio imitando modelos de las grandes marcas pero de mediocre confección, ya como presidenta de la nación su gusto se refinó hasta alcanzar niveles apenas alcanzados por las esposas y queridas de los magnates petroleros: se decantó por los relojes Rolex y eso ha significado su perdición.

Y no es que poseer uno sea automáticamente signo de estatus y condición social elevada ni mucho menos de gusto ostentoso hacia joyas de calidad. Conozco amigos que ahorraron durante años para adquirir uno y que desafortunadamente solo lo lucen cuando las condiciones de seguridad de sus países se lo permiten. O cuando viajan a otras ciudades del mundo en donde no te asesinan por uno de esos. El problema de doña Dina no es que haya comprado uno. El problema es que, al parecer, ha comprado una cantidad que excede todo límite de la exuberancia, ya que han alcanzado a contarle hasta doce, todos de modelos diferentes y algunos de ellos de una cuantía que excede a los US$60mil dólares y esa plenitud no la soportan sus antiguos

compinches políticos del golpe de Estado. Tan ambiciosos y arribistas como ella, la han denunciado por enriquecimiento ilícito y algún otro cargo baladí con la intención de destituirla “automáticamente”, como antes lo hicieron con Castillo.

En el momento de escribir la presente crónica, seis de sus ministros más cercanos han renunciado y su residencia oficial requisada a la fuerza por el poder judicial, ya que se negó a permitir una inspección decretada por los órganos judiciales. Otras minucias y pequeños detalles han aparecido tras esa inspección, todas ellas valiosas para sus ex-compinches que pretenden adelantarle un “juicio de destitución”, algo en lo que los congresistas de esta vacilante democracia son todos unos expertos.

Ahora, en clave menos irónica, la realidad del sistema político sudamericano, con sus democracias de opereta, sus sistemas jurídicos de risa y una sociedad civil narcotizada, idiotizada por los medios de comunicación, produce una mezcla de compasión y odio.

Compasión por los ciudadanos que poco a poco hemos venido siendo conducidos por las élites gobernantes hasta este umbral de indiferencia hacia lo fundamental, hacia lo verdaderamente relevante: la familia, nuestra economía, nuestra salud, la educación y el respeto hacia el medio ambiente. Todo ello socavado por un discurso en forma de bombardeo psicológico por la TV y las redes sociales donde niegan lo indispensable de estos valores. Odio hacia los verdaderos responsables de esta “catástrofe del humanismo”, que no son otros que los grandes intereses financieros internacionales, para llamarlos de alguna manera y no meterme en líos mayores.

Doña Dina Boluarte y su “Rolexgate”, como frívolamente ha llamado la prensa de su país a este acto de frívola indelicadeza social, muy probablemente será llevada a juicio y destituida, pero ¿quién vendrá a reemplazarla? ¿Otro Bolsonaro? ¿Otro Milei? ¿Otro Petro? ¿Otro Bukele? América Latina y su mal llamada Democracia está enferma. Y los médicos, andan de guerra por Europa.

Coletilla: La deslealtad y la calumnia son las alcahuetas de los tiranos.

Gabriel Taborda                                                                                                                                                                                                                eminen51@yahoo.com

Select Your Preferred Language to Read this Site

flags-38754_640flag_of_spain_and_mexico



Newsletter/Boletin