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Washington, 16 may (Prensa Latina) La Corte Suprema de Estados Unidos se interpuso hoy en los planes del presidente Donald Trump al rechazar que avance con las deportaciones de un grupo de inmigrantes bajo la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798.
La decisión, un revés para Trump, le dio la razón a unos 200 inmigrantes venezolanos recluidos en un centro de detención de Texas, quien estaban a punto de su expulsión si se invocaban los amplios poderes de esa arcaica legislación de tiempos de guerra.
Los jueces devolvieron el caso a un tribunal de apelaciones para que decida sobre las preguntas subyacentes, incluido si la acción del mandatario es legal y con cuánta anticipación deberían informarse a los migrantes que serían afectados por la medida.
Trump -que tiene otros cuestionamientos a sus órdenes ejecutivas en otros tribunales del país- quiere utilizar esta ley para acelerar las deportaciones y evitar las revisiones normalmente requeridas antes de cualquier procedimiento de tal naturaleza.
Los jueces conservadores Clarence Thomas y Samuel Alito expresaron públicamente su disidencia.
Existe un precedente. El pasado 15 de marzo la administración Trump -pese a la oposición de un juez federal- envió a una megacárcel de El Salvador a más de 250 migrantes, la mayoría venezolanos a los que, sin aportar pruebas, asocia Estados Unidos con la organización criminal (pandilla) Tren de Aragua.
Trump invocó la Ley de Enemigos Extranjeros para el traslado de esos migrantes al Centro de Confinamiento del Terrorismo, en la nación centroamericana.
Fuente: Revés a Trump,… Sigue leyendo
Cuando el Cardenal Dominique Mamberti, Protodiacono del Estado Vaticano, pronunció por los altavoces de la Plaza de San Pedro las centenarias palabras en latín con las que encabezo este artículo, comencé a cavilar sobre quién había sido electo como nuevo pontífice de la Iglesia Católica. Obviamente, el nombre del cardenal Robert Francis Prevost (Chicago USA, 14 de septiembre de 1955), quien de ahora en adelante se conocerá como el Papa León XIV, jamás pasó por mi cabeza.
No soy católico ni profeso ninguna fe religiosa, aunque tengo por costumbre visitar con respeto las iglesias que encuentro en mi camino. Católicos, ortodoxos, musulmanes, judíos o cristianos, ninguno de ellos me es indiferente y respeto sinceramente sus ritos y costumbres, sin abrazar ninguno de ellos.
Hecha la aclaración, debo decir que la elección de Robert Prevost como nuevo pontífice me alegró, sinceramente. Leyendo su trayectoria encuentro a un hombre serio y prudente, comprometido con su misión evangélica, austero y puesto en su lugar desde el momento en que tomo los hábitos en 1982, cosa que es bastante escasa por estos tiempos.
Tras la muerte de Francisco el 21 de abril pasado, Roma se vio de repente inundada por cardenales de todo el mundo que, sigilosa y disimuladamente, hacían lobby a los poderosos del interior del Vaticano, es decir, a los encargados de dirigir su ampulosa burocracia, para buscar un ligero “acercamiento táctico” y, cómo no, opiniones sobre sus posibilidades en la futura elección. Recordemos que Roma, desde sus orígenes como cuna de… Sigue leyendo