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Bomberos de California luchaban contra incendios forestales impulsados por el viento que arrasaron el área de Los Ángeles, destruyeron viviendas, congestionaron carreteras ante la huida de decenas de miles de personas y pusieron a prueba los recursos mientras las autoridades se preparaban para que la situación empeorase en las primeras horas del miércoles.
Las llamas de un incendio que comenzó el martes por la tarde cerca de una reserva natural al noreste de la ciudad se extendieron tan rápidamente que el personal de una residencia de ancianos tuvo que sacar a docenas de internos —incluido uno de 102 años— en sillas de ruedas y camas de hospital calle abajo hasta un estacionamiento donde esperaron con su ropa de dormir mientras el cielo nocturno se teñía de rojo por las llamas y caían brasas a su alrededor, hasta que ambulancias, autobuses e incluso furgonetas de construcción llegaron para llevarlos a un lugar seguro.
Otro incendio iniciado horas antes arrasó el vecindario costero de Pacific Palisades en la ciudad, una ladera salpicada de residencias de celebridades. En el frenesí de la gente por llegar a un lugar seguro, las carreteras se volvieron intransitables cuando muchas personas abandonaron sus vehículos y huyeron a pie, algunos cargando maletas. El atasco de tráfico en Palisades Drive impedía el paso a los vehículos de emergencia y se llevó una excavadora para empujar los autos abandonados hacia un lado y abrir un camino.
Fuente: Cuba Debate
La decisión del presidente Biden de prohibir permanentemente nuevas perforaciones de petróleo y gas en gran parte de las costas de nuestro país es un acto audaz y valiente que celebramos. Si realmente queremos detener nuestra crisis climática, debemos ir aún más lejos.
Esta medida protegerá más de 625 millones de acres nuevos de océano de las perforaciones en alta mar y ampliará la zona de prohibición de perforaciones a 200
millas de la costa este, gran parte de la costa del Pacífico y el este del Golfo de México. Sin embargo, los proyectos de perforación masivos que Biden y el Congreso ya habían aprobado en las zonas ricas en petróleo de Alaska y en la zona central del Golfo de México, continuarán.
Valoramos que el presidente Biden haya cumplido sus promesas de frenar la producción de energía sucia, especialmente en tierras y aguas federales y que haya puesto en tela de juicio a la industria de los combustibles fósiles. Por ello, agradecemos al presidente, así como a los valientes activistas climáticos y legisladores que le han exigido cuentas durante los últimos cuatro años. Todos los que viven a lo largo de las aguas costeras se beneficiarán de esta acción.
El presidente electo Trump ya ha anunciado sus intenciones de desmantelar las iniciativas de energía verde donde pueda. Si bien el lema de “drill, baby, drill” (¡perfora, perfora!) puede entusiasmar a los seguidores de MAGA, extraer más petróleo y gas del suelo no hace nada para reducir lo que pagamos… Sigue leyendo