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Buenos Aires, 17 oct (Prensa Latina) El índice de precios mayoristas se aceleró en Argentina a 3,7 por ciento en septiembre, el valor más alto desde marzo de 2024, reflejo de la inestabilidad financiera hoy, admitió el organismo del gobierno dedicado a los análisis estadísticos.
El ascenso de ese indicador que difundió el Instituto Nacional de Estadísticas y Censo (Indec) sucedió en un mes en el cual el dólar oficial tocó el techo de la banda fijada por el ejecutivo libertario, lo cual llevó al equipo económico a intervenir fuerte con diversas herramientas para defender el esquema cambiario.
Como consecuencia de esa inestabilidad, los productos importados arrojaron un incremento del nueve por ciento, y es en gran parte la causa de esta mayor variación del Índice de Precios Internos al por Mayor del Indec.
Mientras tanto, los artículos nacionales arrojaron un alza promedio del 3,3 por ciento, mientras los bienes primarios subieron 4 por ciento, las manufacturas lo hicieron en 3,2 por ciento.
Las alzas que más explicaron la variación general del índice de precios al por mayor, dentro de la mercadería de origen doméstico, fueron los productos agropecuarios (+3,7 por ciento), los refinados del petróleo (+3,4) y vehículos (+5).
Esta semana el Indec también informó un incremento en la inflación minorista, que pasó del 1,9 por ciento al 2,1 por ciento, y se espera otro ascenso en octubre.
Fuente: Inflación mayorista se aceleró en Argentina – Noticias Prensa Latina
Desde hace algunos años la palabra “desprestigio” ―como si fuese un eco breve y fugaz, que viene y se apaga si arraigarse permanentemente―, viene resonando por los suntuosos pasillos del Comité de los Premios Nobel de la Paz en Oslo, Noruega.
El premio es uno de los cinco que fueron instituidos por el fabricante de armas, inventor de la dinamita e industrial sueco Alfred Nobel, junto con los de Física, Química, Fisiología (o Medicina) y Literatura. Se otorga cada año desde 1901 «a la persona que más haya trabajado en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o la reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de acuerdos de paz», como consta en el testamento de su creador.
Pero, trágicamente, contradiciendo el espíritu y el legado de su fundador, algunas veces estos premios ha sido otorgados a personas que nunca debieron merecerlo; la lista es extensa y nos tomaría buena parte del espacio de esta columna reseñarla. En realidad, el que hoy nos interesa es el de la paz, el más emblemático ya que
está relacionado directamente con la invención de una sustancia (la dinamita) que desde su aparición, marcó un antes y un después del poder destructivo de los ejércitos y su capacidad para causar muerte y sufrimiento.
En esa “lista de desmerecidos”, como yo los catalogo, figuran personas como Yasser Arafat (1994), Henry Kissinger (1973) y otros, cuyos papeles en la promoción de la paz mundial no me detendré a calificar, pero sí… Sigue leyendo