Washington, 26 nov (Prensa Latina) Economía e inmigración, que definieron el voto de los latinos en Estados Unidos en las elecciones de 2024, siguen siendo hoy las principales preocupaciones de ese grupo demográfico, que piensa que su situación empeoró.
Según las más recientes encuestas, los latinos en Estados Unidos perciben que su situación ha empeorado en los últimos 10 meses, bajo el Gobierno de Donald Trump.
Los dos nuevos sondeos, del Pew Research Center, arrojaron que el 70 por ciento de los latinos desaprueba cómo Trump maneja su presidencia, el 65 se opone a su política migratoria y el 61 considera que sus medidas económicas empeoraron su situación financiera.
El tanteo determinó que el 67 por ciento de los entrevistados tiene preocupaciones por el precio de los alimentos y bienes de consumo, y el 65 por ciento por los costos de las viviendas. Además, el 53 por ciento señala su preocupación por el precio de la gasolina y la energía, y el 50 por el problema que representa encontrar un empleo.
Los latinos, que son el segundo grupo étnico más grande del país y de mayor crecimiento, tienen inquietudes sobre economía e inmigración que podrían tener un importante impacto político.
De acuerdo con expertos, tales percepciones podrían tener una notable influencia entre el electorado, de cara a las elecciones de mirad de mandato de noviembre de 2026, donde se reconfigurará el Congreso.
Los republicanos intentarán retener el control de ambas cámaras (Senado y Cámara de Representantes), pero aumentar sus ajustadas… Sigue leyendo
Seamos francos. Los días de Maduro en la presidencia de Venezuela, están contados. Se quedó sin opciones. Nadie quiere ―ni puede― tirarle un cabo de donde pueda agarrarse y su destino más seguro, si no aprovecha las últimas oportunidades que le quedan, serán una fría celda en una cárcel norteamericana o, por qué no, la muerte: al fin y al cabo hay una recompensa de 50millones de dólares por su cabeza. No tiene otra opción que desaparecer del foco internacional ―algo que ya está ocurriendo― y buscar un exilio dorado en algún país que esté dispuesto a proporcionárselo. Cuba o Rusia.
Cuba tal vez no; allí, por estos días, no encontraría nada. Mejor Rusia ―la exuberante Rusia―. Allí sí tendrá oportunidad de gastar la incalculable fortuna que ha logrado expoliar, durante todos estos años de pantomima insufrible, a un pueblo inexplicablemente permisivo, retraído, como ausente de todo cuanto le está ocurriendo. Tanto que millones han preferido dejar el país a pie y sin equipaje, sin norte y sin destino, antes que levantarse en franca oposición contra un régimen que los oprime.
Las caravanas de familias, con mujeres embarazadas y chiquitos apenas aprendiendo a caminar, aún se ven por las carreteras de Colombia, Ecuador, Perú y Chile. De un tiempo para acá, las caravanas se ven en ambos sentidos: los que apenas van y los que ya marchan de regreso. En ambos casos, la imagen es la misma: la cara del pesimismo, de la desesperación, del anhelo por hallar un lugar donde… Sigue leyendo





















