Desde hace algunos años la palabra “desprestigio” ―como si fuese un eco breve y fugaz, que viene y se apaga si arraigarse permanentemente―, viene resonando por los suntuosos pasillos del Comité de los Premios Nobel de la Paz en Oslo, Noruega.
El premio es uno de los cinco que fueron instituidos por el fabricante de armas, inventor de la dinamita e industrial sueco Alfred Nobel, junto con los de Física, Química, Fisiología (o Medicina) y Literatura. Se otorga cada año desde 1901 «a la persona que más haya trabajado en favor de la fraternidad entre las naciones, la abolición o la reducción de los ejércitos alzados y la celebración y promoción de acuerdos de paz», como consta en el testamento de su creador.
Pero, trágicamente, contradiciendo el espíritu y el legado de su fundador, algunas veces estos premios ha sido otorgados a personas que nunca debieron merecerlo; la lista es extensa y nos tomaría buena parte del espacio de esta columna reseñarla. En realidad, el que hoy nos interesa es el de la paz, el más emblemático ya que
está relacionado directamente con la invención de una sustancia (la dinamita) que desde su aparición, marcó un antes y un después del poder destructivo de los ejércitos y su capacidad para causar muerte y sufrimiento.
En esa “lista de desmerecidos”, como yo los catalogo, figuran personas como Yasser Arafat (1994), Henry Kissinger (1973) y otros, cuyos papeles en la promoción de la paz mundial no me detendré a calificar, pero sí… Sigue leyendo
Ciudad del Vaticano, 12 oct (Prensa Latina) El papa León XIV, se refirió hoy a la compleja situación que enfrenta Perú tras la reciente destitución de su presidenta, y pidió que en el actual proceso político prime el entendimiento.
“Estoy cerca del querido pueblo peruano en este momento de transición política”, expresó el sumo pontífice este domingo en sus palabras ante más de 50 mil personas reunidas frente a la Basílica de San Pedro, previas al inicio del rezo del Ángelus, poco después de culminar la Santa Misa con motivo del Jubileo de la Espiritualidad Mariana.
“Rezo para que Perú continúe por el camino de la reconciliación, el diálogo y la unidad nacional”, manifestó el Obispo de Roma, quien mantiene una estrecha relación con esa nación andina donde desde 1985 comenzó a desarrollar labores pastorales, especialmente en localidades del norte.
En 2014, después de muchos años de permanencia en tierras peruanas, el papa Francisco nombró al misionero agustino estadounidense Robert Prevost como nuevo obispo de la Diócesis de Chiclayo, en el departamento septentrional de Lambayeque, y en 2015 le fue conferida al mismo la ciudadanía peruana.
Por ello, en diversas ocasiones manifestó sentirse como el primer papa peruano, y pocos minutos después de asumir su pontificado envió, en español, “un saludo particular a mi querida Diócesis de Chiclayo, en el Perú, donde un pueblo fiel ha acompañado a su obispo, ha compartido su fe y ha dado tanto para seguir siendo Iglesia fiel de Jesucristo”.
El pasado viernes el parlamento… Sigue leyendo